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La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ha querido alertar a los consumidores sobre el peligro de los envases de fiambre que se presentan hinchados, a pesar de que la fecha de consumo preferente y caducidad sea correcta.
La razón es que podríamos sufrir una intoxicación dado a las bacterias patógenas que podrían contener. Por eso, la recomendación de la OCU es “desecharlos” directamente, tanto si notamos alteraciones en el olor o aspecto del producto como si no.
Los fiambres –ya sean de pavo, pollo o cerdo– son cárnicos que para alargar su vida útil deben pasar por un tratamiento térmico. Tras este proceso, siempre quedan en ellos bacterias vivas, principalmente inocuas. Si no hay ningún problema, la fecha de consumo preferente indica hasta cuando se conservan todas sus características de calidad y también garantiza que el producto no sea peligroso.
Al igual que la fecha de caducidad, ésta se define a partir de las condiciones de conservación. Sin embargo, en el caso de que haya un fallo en el proceso, las bacterias que resistieron pueden proliferarse alterando las características del producto.
Es fundamental mantener la temperatura de refrigeración durante todo el proceso
Según explica la OCU,el envase de plástico se hincha por el gas generado por las bacterias, que se multiplican masivamente tras una mala manipulación del producto, debida principalmente a la rotura de la cadena de frío en alguno o varios puntos de la cadena alimentaria, que va desde el almacén del productor hasta el momento en que lo metemos en la nevera.
Para evitar la proliferación de bacterias, la organización asegura que “es fundamental mantener la temperatura de refrigeración a lo largo de todo el proceso” y añade que “cada vez que no se respeta esa temperatura, se incrementa la velocidad de multiplicación de los microorganismos”, una cifra que aumenta a temperatura ambiente.
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