Mauro Jacobo. “No se puede transmitir lo que no se contiene”

2022-10-26 15:35:35 By : Mr. Sam Zheng

Buenos Aires - - Miércoles 26 De Octubre

“El arte es una respuesta a la vida. Ser artista es emprender una manera riesgosa de vivir, es adoptar una de las mayores formas de libertad, es no hacer concesiones. En cuanto a la pintura es una forma de amor, de transmitir los años en arte”, confesaba Antonio Berni sobre los últimos trabajos, con la memoria viva de los Juanitos y Ramonas que moldearon el imaginario argentino. Por estos mismos paisajes urbanos, que todos podemos reconocer y contar una historia en primera persona, nos invita Mauro Jacobo en pinturas de gran escala, que contagian un atardecer de un barrio porteño, o trasmiten un mensaje potente y claro para retinas y mentes despiertas. En la estela de los pintores que a cada trazo punzan la reflexión, instantáneas emocionales del presente, las series de Mauro avanzan en los tópicos que no debemos hacer la vista gorda. Y también, cercano al maestro Berni, no descuida Jacobo las caricias de las pasiones y sueños populares, esos de los cuales se ocupa con una paleta que son amores.

En una nueva serie de pinturas de referencias históricas a inaugurarse por Jacobo en Buenos Aires antes de fin de año, en el histórico Palacio Raggio, se avizoran tramas poco visitadas que develan un destino común, sosteniendo la máxima aspiración del artista visual, tanto en la vida como en el arte, “no se puede transmitir lo que no se contiene”  Vida, paz, amor y libertad en comunidad responden, contienen, claman, los lienzos de Jacobo.

Mauro Jacobo: Esta es una acción que nace del grupo de la “Asociación Amigos de Patrimonio Histórico de la Ciudad de Buenos Aires” a partir de una inquietud de “Pepe” José Sellés - Martínez, quien me transmite la idea de convocar artistas para representar algunos hechos históricos no reflejados en el arte plástico. Mi idea es colaborar, fomentar y ayudar para que tan noble causa pueda llevarse adelante y más allá que no forma parte de mi estilo, estoy dispuesto a colaborar desde mi lugar para que puedan concretar la idea.

La propuesta consiste en desarrollar una convocatoria para artistas que les interese crear y pintar obras inexistentes, alusivas a hechos políticos de nuestra historia. Por esta razón preparé un modelo que sirviera como guía para tal fin. Por ejemplo, la batalla de Cepeda no está desarrollada, siendo este un hecho muy destacado en la historia de nuestra provincia y del país. Esto culminó en el Tratado de Pilar y elegí expresar ese momento.

Claro que la gran ventaja de contar con historiadores que pueden ofrecernos bibliografía y certezas sobre datos concretos hacen la diferencia y prestigian cualquier material que podamos diseñar o pintar, y obviamente enaltecer la obra, su valor y al autor.

MJ: Desconozco las razones, pero si puedo confirmarte que si sería un éxito realizar una acción como ésta, por varias razones. En primer lugar porque la iniciativa estaría acompañada de documentos que validan la certeza de los hechos y los detalles para obtener un ejemplar fidedigno. Digo esto porque hay muchos errores en obras anteriores. En segundo lugar porque los artistas necesitan un espacio para mostrarse y esta convocatoria sería una gran oportunidad para exhibir su talento. Por último, por la riqueza cultural de generar piezas que validen la realidad de nuestra historia y su trascendencia educativa.   

MJ: Mi madre fue una gran artista, quizás no reconocida, estudió, se preparó, y aun así, no logró consolidar su carrera en el arte. Todo esto “lo mamé” de muy pequeño, lo llevo conmigo desde que tengo conocimiento y siento que puedo honrar su memoria llevando a cabo el legado que me dejó y disfrutar de algo maravilloso. 

Probablemente, el encierro de la pandemia me llevó a revisar algunas cuestiones y desde allí nació esta necesidad de expresar a través de la pintura, como diría un amigo, “todo esto estaba acumulado en la bandeja de impresión del disco rígido y un día enchufé la impresora y todo salió a la luz”.

Es lo interesante y quizás pueda ser inspirador para otros: ya estaba pintando para mí y un día un hermano de la vida dijo, “dale, esto está muy bueno, empezá a exponer”. Y allí hice un click, dije, ¿por qué no?

MJ: La evolución forma parte de nuestra naturaleza, somos parte de un cambio permanente y el arte es el puente que une nuestro pasado con el presente, y del presente, con el futuro. Es la viva y libre expresión de la cultura, una huella que nos permitirá trascender.

MJ: No tengo una influencia marcada, admiro a muchos artistas bien variados. Tengo un gusto muy amplio, pero me inclino por el arte moderno, aquel que conjuga la actualidad, la innovación y la belleza adaptada al lugar. Admiro la creatividad de un artista y su inteligencia a la hora de producir una obra.

Vale la pena distinguir entre lo que me gusta y lo que creo hacer mejor, son dos cosas muy distintas. Aprecio la historia y la figura humana, pero no es lo mío. Como artista, me siento más cercano a lo conceptual y todo aquello que arroja un mensaje.

MJ: Mis trabajos suelo dividirlos en dos, por un lado “el figurativo” en el que suelo representar espacios, lugares o hitos destacados. Por otro lado “el conceptual” en el que procuro transmitir un mensaje, elevar un pensamiento inteligente que nos lleve a la reflexión.

La elección de un tema, nace de una inspiración y luego se construye, desde mi punto de vista es lo que define a un artista y marca la diferencia con un pintor.

Hay mucha gente que dibuja o pinta muy bien, pero no hay muchos que conjuguen esto con el proceso creativo. Me gusta mucho el arte abstracto, combinar figuras, colores y aplicar diversas técnicas para lograr belleza, pero no me conforma que esto solo quede en algo superfluo. En mi caso, no puedo evitar ir por el contenido o la sustancia y creo que ahí es donde mis trabajos marcan una diferencia.

La serie V31, North South o “La fuerza del bien”, buscan justamente eso. A modo de ejemplo: Un interesante punto de vista en el que mundo no solo se divide entre Oriente y Occidente. Si trazáramos una línea imaginaria, más al norte del Ecuador, podremos ver una división muy particular.

La original observación nos muestra que justamente en dicho trazo y a lo largo del mundo se producen corrientes migratorias desde países sureños y cómo el poder geopolítico limita el traslado de ciudadanos que buscan libertad y pretenden migrar hacia el norte.

“Crush” (de la serie V31), procura mostrar la “evolución” y los contrastes del crecimiento urbano de la Villa 31 en plena Ciudad de Buenos Aires. Tan desmedido que lo enmarqué en un recuadro que simula un marco, y en el mismo, continúa el crecimiento edilicio, lo desborda. Una idea que va más allá de lo estético e invita a la reflexión.

Desde luego, a la hora de tomar el pincel, elegir los colores, combinarlos e iniciar los trazos es un éxtasis que pocas cosas lo producen, disfruto mucho del proceso previo en la producción, pero no hay como la pincelada acompañada de una buena música y el maridaje con un café o una copa de Malbec. Tal es ese éxtasis, que al culminar una obra (siempre es muy difícil decidir cuál es el punto final) se produce un vacío, que solo puede llenarse con el inicio de una nueva.

Hay otra forma de trabajo, que resulta del encargo de un cliente.

Este formato moderno y actual, es muy atractivo y desafiante. Pues, alguien te elige para que realices una obra que tiene en su imaginación y en mi labor, debo captar cada sensación y tomar cada dato para transmitirlo tal como él o ella lo prefiere, obviamente, permitiéndome crear y usar un amplio patrón de líneas y colores. Luego, realizo un boceto provisorio en el que armamos equipo, para acabar en un producto que lo o los deje encantados.

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MJ: El formato de piezas grandes me parece muy atractivo, es un tema de impacto y sensaciones, entiendo que esto se ve limitado a su adaptación y al espacio donde se pueda exhibir, pero al fin y al cabo es una cuestión de gustos. Yo prefiero ver cine en una pantalla gigante, TV en un gran monitor y debo decir que al ver el tamaño de La Gioconda, sentí una gran desilusión. ¿Será por eso? 

MJ: Tengo una gran debilidad por la ciudad que me vio nacer, no podré ser objetivo. Yo creo que Buenos Aires pelea el primer puesto entre las ciudades culturales más ricas de América y lo fundamento en lo social, desde la llegada de las corrientes migratorias, en su arquitectura, el clima, su tamaño, la variedad de propuestas y actividades artísticas, pero lo más potente es su estilo y todo aquello relacionado a la particular forma de ser del porteño.

Obviamente, me quedo con lo emocional, no hay forma en la que pueda obviar transmitir la humedad de Buenos Aires, los ruidos, sus plazas, la nostalgia que me produce el tango, la pasión del fútbol y también, aquí nomás, el aroma de un campo sembrado.  

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MJ: En principio elegí como temática central a Buenos Aires. Pero obviamente me interesa profundizar en otras ciudades o culturas del país y que la mirada sea más nacional. Hay tanto para destacar y mostrar…

En diciembre estaré exponiendo en el Palacio Raggio algunas de mis obras junto a otros tres artistas, como parte de un proyecto con formato televisivo, con varias unidades culturales, entre ellas arte y la pintura.

MJ: ¡Que difícil! Me gustan varias. “Símbolos” es sin dudas la obra más importante, es justamente una postal de Buenos Aires, desarrollada en un tríptico de gran formato (cada pieza mide 150 x 150 cm) pintada en acrílico sobre lienzo y he tratado de ofrecer una mirada figurativa de nuestra enorme ciudad con símbolos, quizás no tan tradicionales. Inevitablemente el Obelisco hace de epicentro, pero visto desde la calle Roque Sáenz Peña y no desde Corrientes o 9 de Julio, también resaltan Caminito, el tanque de gas de la avenida General Paz, el Monumental, la Bombonera, el Congreso, entre otros.

Y elegiré otra también. “La fuerza del bien” es una obra figurativa - conceptual que ofrece una mirada del mundo en sus dos caras (día y noche), en la que puede observarse la radicalización de una fuerza social a merced de un poder centralizado y destructivo (los fósforos simulan personas). Desde una observación más aguda, encontramos un mensaje subliminal en el que “la madre naturaleza” en este caso representada en el agua del océano, toma forma animal o humana para ayudar a millones de personas apagar los focos del mal.      

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