No solo la escasez, motivos para cambiar (o no) la PS5 por una Xbox tras un año jugando con ellas

2022-10-26 14:43:20 By : Ms. Sandy Ms

Meter una consola en la carta a los Reyes Magos este año es un auténtico acto de fe. La escasez de componentes electrónicos ha hecho que tanto la PS5 como la Xbox Series X vuelen en cuanto aparece el cartel de disponible en cualquier página web del país. No es algo de la campaña navideña, ni mucho menos. Prácticamente, ha ocurrido así desde que hace un año, en noviembre de 2020, la novena generación de consolas vio la luz. Hace varias semanas recibí un wasap de un colega: "Michael, dame una buen razón para no esperar a la Play, porque tengo una Xbox a tiro y estoy empezando a ponerle ojitos, la verdad". Se las di, con tan mala suerte que en el tiempo en que intercambiábamos mensajes alguien se llevó la suya en internet. Ahora tiene la escopeta preparada para, cuando alguien grite plato, disparar y quedarse "con la que primero salga".

Es probable que este sea un caso algo excepcional. O no. La gente es de Play, sobre todo; o es de Xbox, en base a la experiencia de los años pasados. Y en España los primeros son muchos más que los segundos. Pero creo que Microsoft ha dado un golpe de pedal en la Series X y en la Series S (el modelo digital) que bien merece la pena cuestionarlo todo. Lo merecía hace 12 meses y lo merece ahora. Porque, sí, en el momento del lanzamiento se puede hacer una importante revisión de las capacidades y el músculo de cada consola, pero son algo vivo. Una consola vale tanto como vale su catálogo. Y, por tanto, en 12 meses, una radiografía puede mostrar un cambio radical a la anterior. La pregunta, por tanto, es clara: ¿hay razones para cambiar de bando ahora que 2021 llega a su fin?

Mi idea no es convertir este texto en un juicio sumarísimo sobre las capacidades técnicas de la PS5 (en versión digital o física) o la Xbox Series X, que para eso ya tuvimos las pruebas que hicimos del producto. Pero algún apunte tiene que haber. Especialmente en el caso de la Xbox Series S, la única de las máquinas mencionadas hasta ahora que no ha sido víctima del agujero negro en el que se ha convertido el mercado de suministros tecnológicos. En Amazon se puede encontrar por 269 euros. A este grupo cabría añadir la Switch, que puede haber más posibilidades de rascar alguna unidad del modelo estándar y, especialmente, del modelo Lite.

Al contrario que Sony, que la única distinción que ha hecho entre uno y otro modelo ha sido la del lector de discos, Microsoft ha decidido diferenciar y mucho la edición digital de la Series X. Para empezar ha cambiado su diseño de arriba a abajo. El modelo pata negra mantiene ese aspecto como de torre de ordenador minimalista y con un aire a una nevera. La Series S es más compacta e incluso más bonita. Sea como sea, en ambos casos, se trata de un fuselaje correcto. Ni enamora ni horroriza.

No todas las PS5 y las Xbox se han acabado: la Series S es más fácil de encontrar

La Xbox Series S es bastante menos poderosa. Esto no significa, según indican las pruebas realizadas, que ofrezca un rendimiento deficiente, a pesar de tener una gráfica más discreta (cuatro teraflops) y solo 10GB de RAM, seis menos que su hermana mayor. No se puede olvidar que, en términos de resolución, es mucho menos ambiciosa. Solo aspira a mover juegos en 1400p. No es lo mismo levantar cien que 25 kilos en el gimnasio. Pues aquí exactamente lo mismo. La mayor preocupación es la de un almacenamiento un tanto rácano, de 512GB. Para una consola digital puede ser escaso, dado el peso de las descargas.

También es de ley decir que Microsoft quiere apostar y mucho en los años venideros por XCloud, un proyecto al estilo Stadia, en el que no haga falta descarga alguna. Pero eso será el mañana. El hoy de Xbox es Game Pass y con la Series S le puedes sacar provecho casi el mismo provecho que con una Series X. Particularmente, no soy de apostar por versiones digitales a día de hoy, porque te cierra la puerta a las rebajas del mercado físico o al mercado de segunda mano, pero la opción está encima de la mesa y habrá quienes no le pongan tantas pegas.

El Game Pass de Xbox es lo más parecido, aunque odie esa expresión, a un Netflix de los videojuegos. Es la gran baza de los de Redmond para atraer jugadores a este lado del tablero. Se trata de un enorme catálogo de cien títulos que se va refrescando periódicamente con actualizaciones. El precio es de 9,99 euros o de 12,99 euros al mes. Si optas por el de 9,99 tendrás el acceso a esa biblioteca, además de que todos los juegos que salgan de Xbox Game Studio estarán disponibles desde el primer día. En el caso de que pagues 12,99, además tendrás una buena porción de títulos de EA. Esta suscripción 'premium', que incluye otras prebendas como descuentos o planes de juego 'online', también te permite jugarlos en PC. Si eres de los que pasas de la Xbox, también tienes

¿Merece la pena pagarlo? Después de doce meses, mi respuesta es contundente: sí. Son 155 euros al año. Puede parecer caro. Pero eso supone dos juegos y pico nuevos cada curso. A cambio tengo un centenar de títulos. Un buen ejemplo es el Forza Horizon 5. Una de las grandes apuestas del año de Xbox para este año y para celebrar su 20 aniversario. Pues desde el pasado 9 de noviembre, pocos días después de su lanzamiento, su edición estándar ha estado accesible en Game Pass para sus suscriptores. Y así otros grandes títulos.

El nuevo Flight Simulator también es una de las joyas que puedes encontrar aquí. También la saga Doom, el Destiny 2 y varias de sus extensiones, Gears of War, Halo Infinite o el GTA San Andreas entre otros. Por parte de EA, por supuesto, tienes el FIFA 21, el Dirt 5, Plants vs. Zombies o varios títulos de 'Star Wars', entre muchos otros. A esta enumeración, hay que sumar decenas de juegos antiguos o 'indies'. Me gustaría destacar uno que me hizo especial ilusión: 'El Día del Tentáculo', una estupenda aventura gráfica con la que muchos hemos crecido. Si te haces con la Series X y eres de lo que te gusta saltar de juego a juego en tus largas tardes o noches de juego, vas a disfrutar y mucho la función de reanudación instantánea.

Particularmente, después de este tiempo, tengo la sensación de que a día de hoy he sacado más provecho a la Xbox Series X que a la PlayStation 5 y que esa sensación se apoya principalmente en esta suscripción. Particularmente no me ha dado la sensación de que sea un catálogo estático, porque además de las producciones propias de Xbox Game Studios que no tardan de estar disponibles, siempre andan metiendo y quitando algún título. No me sorprende en absoluto que ya las suscripciones a Game Pass anden rondando los 20 millones, a pesar de que solo han vendido ocho millones de unidades de sus nuevas consolas, gracias a los jugadores de PC.

Puede entender, sin embargo, a los que se mantienen firmes en su militancia en Play. En general, son una inmensa mayoría. Sony ha conseguido llevarse el pulso con Microsoft de largo en España en los últimos años. Y lo ha hecho gracias a unos exclusivos (no significa que no los haya en Xbox), con inmenso tirón. En el caso de la PS5 hay que añadir un comentario: el nuevo DualShock me parece una auténtica maravilla.

Los exclusivos de Sony se han convertido en franquicias súper consolidadas que han cosechado este éxito porque han sabido dar en el clavo y ofrecer un producto de tremenda calidad. El problema de la PS5, en mi opinión, es que no solo se ha quedado corta en unidades, sino también en títulos propios durante este 2021. Otro cantar, probablemente, sea el 2022. Pero a día de hoy me sabe a poco. Y eso que han tenido joyas como una nueva entrega de 'Ratchet&Clank', el primer juego 'nuevo' que ha sabido sacarle provecho a las nuevas capacidades de esta máquina.

Si echamos un ojo a los títulos exclusivos que ya se han lanzado o están próximos a hacerlo nos encontramos un listado corto, aunque interesante. Así, tenemos el 'remake' del Demon´s Souls, Spider-Man Miles Morales, Sackboy, Returnal, Destruction AllStarts, el mencionado Ratchet, Ghost of Tsushima Director´s Cut, Death Stranding, Deathverse: Let it Die, el 'remake' de Final Fantasy VII, Final Fantasy XVI, SpiderMan 2 o Wolverine. Además, hay que tener en cuenta que muchos de estos juegos saldrán o han salido también en PS4, así que la renovación para muchos, no es ni mucho menos urgente.

Que Sony haya mantenido la máquina de producción a velocidad crucero en 2021, en mi opinión, solo puede significar una cosa: que en 2022 va a apretar y mucho el acelerador. Por mencionar algunos de los pesos pesados que vienen: God of War Ragnarok, Gran Turismo 7 u Horizon 2 Forbidden West. Mucha tela que cortar. Pero de nuevo, muchos de estos títulos no serán exclusivos de PS5, sino que llegarán a la anterior generación. También cabe hacer una mención a PS Now, la alternativa a Game Pass, que, sin embargo, me parece menos atractiva, entre otras cosas, porque no incluye los últimos lanzamientos.

Xbox también tiene preparados algunas de sus mejores balas para los próximos meses, aunque no tengan el mismo 'punch' que los nombres propios de Sony. HellBlade 2 o RedFall son algunas de las exclusivas que tiene Microsoft en bandeja de salida. A estos nombres habría que sumarles Fable o Grounded, una aventura que llamó mucho la atención desde que se publicó su tráiler. Muchos esperan que el 2022 sea el despegue definitivo de Game Studios y que la empresa empiece a sacar partido de inversiones como las que hizo para comprar Bethesda.

No se puede cerrar este artículo sin hablar de la tercera en discordia, Nintendo. La factoría japonesa vive un momento dulce y creo que ha sido una de las grandes beneficiadas tanto por el confinamiento como por la escasez, ya que como decíamos. Es más sencillo encontrar una de sus consolas en el mercado. Si eres de los que no vas a exprimir el modo portátil y estabas dudando entre hacerte con el modelo OLED ( en Amazon por 349 euros) o el modelo estándar mi consejo, sobre todo si andas con un presupuesto ajustado al milímetro, es que te vayas a la versión original ( 299 en Amazon) Si es al revés y solo buscas un modelo portátil, la Switch Lite va a colmar tus expectativas.

El catálogo de Nintendo es un viejo conocido. Si no has tocado su nueva generación, Zelda: Breath of the Wild es un juegazo obligatorio. Tienes muchos títulos a los que sacarles horas y horas de juego. El Luigi Mansion 3, el Mario Odissey o el recién estrenado Metroid (una auténtica delicia) son algunos de ellos. El 2022 se presenta también apetecible. Un nuevo 'Zelda', otro 'Mario+Rabbits' (si no has jugado el primero, no sé a qué esperas) o un 'Pokémon: Legends', que te llevará atrás en el tiempo para que construyas la primera Pokédex que hará las delicias de los nostálgicos. Por cierto, si eres uno de esos y quieres un título para estar entretenido en Navidades, acaban de estrenar el Pokémon Diamante Brillante o Perla Reluciente.

Meter una consola en la carta a los Reyes Magos este año es un auténtico acto de fe. La escasez de componentes electrónicos ha hecho que tanto la PS5 como la Xbox Series X vuelen en cuanto aparece el cartel de disponible en cualquier página web del país. No es algo de la campaña navideña, ni mucho menos. Prácticamente, ha ocurrido así desde que hace un año, en noviembre de 2020, la novena generación de consolas vio la luz. Hace varias semanas recibí un wasap de un colega: "Michael, dame una buen razón para no esperar a la Play, porque tengo una Xbox a tiro y estoy empezando a ponerle ojitos, la verdad". Se las di, con tan mala suerte que en el tiempo en que intercambiábamos mensajes alguien se llevó la suya en internet. Ahora tiene la escopeta preparada para, cuando alguien grite plato, disparar y quedarse "con la que primero salga".