Umibots es una pequeña startup que se constituyó hace tres años, pero que ha sabido hacerse hueco en el sector de la robótica industrial. La empresa comenzó su andadura fabricando vehÃculos autoguiados de aplicación en la logÃstica interna de las industrias, principalmente para mover material pesado, desde contenedores a palés con productos.
En la actualidad, los robots de esta compañÃa se centran en optimizar los movimientos que todavÃa muchas empresas hacen empleando carretillas y personas en sus fábricas. Sus diseños permiten automatizar estos procesos, pero no buscan hacer vehÃculos en gran cantidad, sino que personalizan y adaptan sus máquinas a las necesidades y procesos especÃficos de cada empresa.
Su juventud les ha permitido centrarse en el detalle, y es esa capacidad la que les ha permitido hacerse un hueco entre los grandes fabricantes del sector. Hablamos con Clodo González, CEO de Umibots, para que nos aporte las claves de esta compañÃa puntera.
-ConstruÃs robots industriales, ¿pero los hacéis a demanda y personalizados para el cliente?
Correcto, los personalizados. Para que te hagas una idea, estamos desarrollando un prototipo que podrÃa emplearse para las plantas de un gran fabricante textil nacional con presencia mundial, donde mueven toda su mercancÃa para Europa. Hemos hecho un robot móvil con un brazo industrial encima de 1200 kilos y puede coger cajas de 50 kilogramos de una cinta y las va paletizando. Antes hacÃan ese proceso con dos trabajadores y hemos conseguido optimizarlo.
En otros sitios hemos hecho un empujador que va llevando carros con materiales pesados y los pone en una máquina. Siempre tratamos de añadir un componente extra.
-También habéis creado un robot camarero.
Asà es. Hace unos meses vimos la oportunidad, al ver en la prensa la noticia de que habÃa una gran escasez de mano de obra para hostelerÃa, de utilizar una de nuestras bases móviles para mercancÃas y acoplarle unos útiles con bandejeros, una tablet y un software especÃfico. Creamos un camarero robot.
Me gusta decir que en estas implantaciones hay una parte hardware básica, que podemos comprar donde sea, y luego una parte software. Esa es la parte compleja. De hecho, para que te hagas una idea, el 50% de nuestro personal se dedica a programar.
Hicimos dicho software especÃfica para hostelerÃa, para la recepción de comandas, definición de destinos, puntos de origen… Podemos trasladar la comanda del cliente desde la cocina hasta la mesa. El robot también es capaz de interactuar con la gente y podemos equipar las bandejas con detectores de objetos, peso, o también poner reconocimiento visual en el robot.
-Más allá de la vistosidad de alguno de estos diseños, ¿qué es lo que más demandan las empresas?
Lo que más nos están demandando es, sobre todo, las bases móviles con robots encima. La idea es no tener fijos en lÃneas de producción, sino que estos se muevan allá donde sean necesarios. Tratamos de conseguir que los robots se configuren cada dÃa en función de su carga de trabajo.
-¿Qué papel juegan en la robótica avances tecnológicos como la Inteligencia Artificial?
Son una realidad. Si la robótica va acabar con los trabajos de poco valor añadido, la inteligencia artificial va a acabar hasta con los que tienen valor añadido. Estamos hablando de una tecnologÃa que ya crea su propio software, ya programa y toma decisiones, y además acertadas.
Mucho me temo que seguro que los robots acabarán cotizando
La inteligencia artificial no tiene lÃmites y va acabar hasta con los trabajos que añaden valor en las empresas. Mucho me temo que seguro que los robots acabarán cotizando, aunque todavÃa quedan muchos años para eso.
-¿Cómo os está afectando a vosotros la inflación y el encarecimiento de las materias primas?
Estamos teniendo dificultades para obtener cientos materiales. Microchips principalmente, pero no sólo eso. También estamos teniendo dificultades para obtener derivados del acero, plásticos y demás componentes electrónicos.
Es un mundo, si antes estábamos hablando de que en dos meses podÃamos tener todos los componentes para montar una máquina, ya nos estamos plantando en los tres meses y medio.
Dentro de lo que cabe, estamos hablando de una solución sencilla como es un robot industrial y los precios no se encarecen demasiado. Al final de lo que hablamos es de un robot que, en función de la cantidad, puede costar 10.000 o 12.000 la unidad. Normalmente lo comercializamos a través de algún banco, a modo de renting, con un pago mensual de entorno a los 200 euros.
Estos robots funcionan con una autonomÃa de 14 horas de trabajo, 7 dÃas a la semana, los 365 dÃas del año
Asà que imagÃnate lo fácil que resulta para el dueño de una empresa montar cuatro máquinas, que es lo que te cuesta el salario de una persona. Estos robots funcionan con una autonomÃa de 14 horas de trabajo, 7 dÃas a la semana, los 365 dÃas del año. Sin problemas de bajas ni historias.
-Muchas empresas tecnológicas con las que hablamos nos comentan que están teniendo dificultades para encontrar profesionales cualificados. ¿Vosotros estáis teniendo ese problema?
No, por suerte no. Nosotros tenemos una oficina en Valencia y otra en Logroño. Entre las universidades de ambas estamos encontrando todos los profesionales que necesitamos. Al acabar el mes vamos a contratar a cuatro personas más, asà que no estamos teniendo problemas y no nos está siendo difÃcil.
También acabamos de fichar a dos personas que venÃan del mundo de la automoción con perfiles muy potentes.
No es una cuestión de falta de profesionales, si buscas perfiles con experiencia y conocimientos es cuestión de querer pagarlo
Al final hay talento en las universidades, y, con una pequeña formación interna, es fácil conseguir lo que se busca. No es una cuestión de falta de profesionales, si buscas perfiles con experiencia y conocimientos es cuestión de querer pagarlo. Siempre encuentras gente valiente que le apetecen los retos profesionales y se atreve a dar el salto.
-¿Cómo veis el futuro de la robótica industrial?
Yo estoy seguro de que las máquinas del futuro van a reconfigurarse a diario en base a las necesidades de la producción. Las fábricas del mañana estarán cada vez más robotizadas, ya sea en sectores como el automovilÃstico o la aviación; lo mismo ocurrirá en los tradicionales como el calzado.
Hace poco estuvimos instalando robots en una bodega de vino en Logroño. Al final estamos accediendo también en los sectores más tradicionales, porque las empresas están entrando en razón y ven que somos una opción segura y rentable.
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